“Hay que limpiar la información de la marea negra de las mentiras, hay que descontaminar la información”
Por Altamirano, María Guadalupe
Durante los días 26 y 29 de Septiembre se llevó a cabo la VI Bienal Iberoamericana de Comunicación en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba, la cual contó con la participación de personalidades del ámbito comunicacional a nivel mundial. En el marco de este evento, por impulso de la Escuela de Ciencias de la Información, le fue otorgado el titulo de Doctor Honoris Causa a Ignacio Ramonet, director del periódico Le Monde Diplomatique.
La ceremonia tuvo lugar en el Salón de Grados del Edificio del Antiguo Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba, donde el prestigioso catedrático brindó una conferencia en la que se refirió a la situación actual de la información en el marco de la era de la globalización.
Ramonet recordó a Empédocles, quien decía que el mundo estaba hecho de la combinación de cuatro elementos: aire, tierra, agua y fuego; y agregó que hoy podría decirse que la información es tan abundante que constituye una suerte de quinto elemento de la realidad del mundo. No obstante, expresó que constataba que la información estaba hoy contaminada: “Hoy la información que consumimos nos está envenenando el espíritu, nos está emponzoñando el cerebro, tratando de manipularnos e intoxicarnos. Está tratando de colocar en nuestra mente ideas ajenas a las nuestras”.
Frente a esta situación, el director de Le Monde Diplomatique propuso la elaboración de lo que él llamó una Ecología de la Información y afirmó al respecto: “Hay que limpiar la información de la marea negra de las mentiras, hay que descontaminar la información”.
Siguiendo en la misma línea, señaló la importancia de la necesidad de la creación del Observatorio Internacional de los Medios para disponer de un arma cívica y pacífica que puedan utilizar los habitantes para oponerse al nuevo superpoder de los medios. “Este observatorio -explicó- es una de las expresiones del movimiento planetario reunido en el marco de los foros sociales mundiales. En plena globalización neoliberal, el mismo extrema la preocupación de todos los ciudadanos ante el poder y la arrogancia de las industrias de la comunicación y de lo medios masivos de comunicación”.
Ramonet recordó que había que proteger a la ciudadanía debido a que hacía tiempo que numerosos medios privilegiaban sus intereses particulares en detrimento del interés general de la sociedad y confundían su propia libertad (la libertad de empresa) con la de los individuos a quienes debían informar. El doctor en Semiología e Historia de la cultura señaló que la libertad de empresa es considerada en estos tiempos de globalización la primera de ambas libertades, sin embargo, ésta no puede prevalecer en ningún caso sobre el derecho ciudadano a una información rigurosa. En sus palabras: “La libertad de empresa en una democracia no puede ser pretexto para difundir falsas noticias, supuestas verdades o difamaciones”.
Finalmente, instó a los ciudadanos a movilizarse para exigir que los medios pertenecientes a los grupos privados tengan respeto elemental de la verdad, por que “la verdad constituye la legitimidad de la información”.
Por Altamirano, María Guadalupe
Durante los días 26 y 29 de Septiembre se llevó a cabo la VI Bienal Iberoamericana de Comunicación en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba, la cual contó con la participación de personalidades del ámbito comunicacional a nivel mundial. En el marco de este evento, por impulso de la Escuela de Ciencias de la Información, le fue otorgado el titulo de Doctor Honoris Causa a Ignacio Ramonet, director del periódico Le Monde Diplomatique.
La ceremonia tuvo lugar en el Salón de Grados del Edificio del Antiguo Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba, donde el prestigioso catedrático brindó una conferencia en la que se refirió a la situación actual de la información en el marco de la era de la globalización.
Ramonet recordó a Empédocles, quien decía que el mundo estaba hecho de la combinación de cuatro elementos: aire, tierra, agua y fuego; y agregó que hoy podría decirse que la información es tan abundante que constituye una suerte de quinto elemento de la realidad del mundo. No obstante, expresó que constataba que la información estaba hoy contaminada: “Hoy la información que consumimos nos está envenenando el espíritu, nos está emponzoñando el cerebro, tratando de manipularnos e intoxicarnos. Está tratando de colocar en nuestra mente ideas ajenas a las nuestras”.
Frente a esta situación, el director de Le Monde Diplomatique propuso la elaboración de lo que él llamó una Ecología de la Información y afirmó al respecto: “Hay que limpiar la información de la marea negra de las mentiras, hay que descontaminar la información”.
Siguiendo en la misma línea, señaló la importancia de la necesidad de la creación del Observatorio Internacional de los Medios para disponer de un arma cívica y pacífica que puedan utilizar los habitantes para oponerse al nuevo superpoder de los medios. “Este observatorio -explicó- es una de las expresiones del movimiento planetario reunido en el marco de los foros sociales mundiales. En plena globalización neoliberal, el mismo extrema la preocupación de todos los ciudadanos ante el poder y la arrogancia de las industrias de la comunicación y de lo medios masivos de comunicación”.
Ramonet recordó que había que proteger a la ciudadanía debido a que hacía tiempo que numerosos medios privilegiaban sus intereses particulares en detrimento del interés general de la sociedad y confundían su propia libertad (la libertad de empresa) con la de los individuos a quienes debían informar. El doctor en Semiología e Historia de la cultura señaló que la libertad de empresa es considerada en estos tiempos de globalización la primera de ambas libertades, sin embargo, ésta no puede prevalecer en ningún caso sobre el derecho ciudadano a una información rigurosa. En sus palabras: “La libertad de empresa en una democracia no puede ser pretexto para difundir falsas noticias, supuestas verdades o difamaciones”.
Finalmente, instó a los ciudadanos a movilizarse para exigir que los medios pertenecientes a los grupos privados tengan respeto elemental de la verdad, por que “la verdad constituye la legitimidad de la información”.
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